Jorge Fernández León

Jorge Fernández León es Director de Programas de la Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular de Gijón y fue su primer Director General (1983-1995). Ha sido Director de Comunicación del Ayuntamiento de Gijón (1995-1999), Director de Presidencia (1999-2003) y Viceconsejero de Cultura (2003-2011) del Gobierno del Principado de Asturias. En esa responsabilidad se ocupó de la rehabilitación integral de la Universidad Laboral de Gijón, de la puesta en marcha de LABoral, Centro de Arte (fundador y vicepresidente de su Patronato entre 2005 y 2011) y de la RadioTelevisión del Principado de Asturias, entre otros proyectos culturales. Ha sido Asesor para asuntos artísticos de SEACEX (2005-2009).

Ha sido jefe de estudios de las dos ediciones del Postgrado de Gestión Cultural de la Universidad de Oviedo/IUDE/Ministerio de Cultura, “Cultura y territorio” (1991-1993), impartido conferencias y seminarios en diversos países y compaginado siempre su actividad profesional con el estudio y el debate de las políticas culturales, materias sobre las que ha escrito y publicado diversos textos (dos de los últimos enlazados a continuación). Es autor, entre otros textos, del libro “Centros Culturales para el siglo XXI en España. Consenso y conflicto” (AECID, 2010). Es Patrono de la Academia de España en Roma.

Saber más:

En el número 98/2019 de la Revista Información Comercial Española (Ministerio de Industria), un monográfico en torno a la economía de la cultura, tratando de demostrar que no todo eran números. Explorando las partes malditas.

Y en el número 20 de Periférica, la revista de cultura de la Universidad de Cádiz, coordinando el monográfico sobre 4 décadas de políticas culturales locales:

¿Por qué es necesario fomentar  esta reflexión en el sector cultural y creativo?

Me interesa participar en esta reflexión para cumplir un principio aprendido en el trayecto: Sin esperanza, pero con convencimiento. Porque ya es tarde, quizá demasiado tarde para conectar la experiencia crítica del pasado/presente de quienes comenzamos nuestra profesión de mediación cultural en un entorno analógico, favorable y con expectativas propias de la modernidad tardía y quienes se incorporan hoy conectados en apariencia, digitales nativos cuya mirada atrás no es capaz de encontrar asideros con algo más lejano que el instante.  Puede que demasiado tarde para tratar de crear condiciones para que quienes participan en la esfera de la cultura y en el ecosistema cultural sean capaces de reconocerse, de dialogar y de entenderse. Cuando más de reunirse y representarse colectivamente.

Pero siempre quedan pecios, así que siempre hay rendijas, a veces ventanas para componer y articular ese diálogo. Y apena y mueve a la respuesta enérgica la posibilidad cierta de la pérdida de tanto saber hacer, de las lecciones de tanto error cometido de medida o dirección, la ausencia del reconocimiento de tanta falta de rigor, la falta de la constatación crítica de la escasez de herramientas democráticas en la gestión de la cultura, la inexistencia de la percepción compartida de la falta de liderazgos en los procesos…todo lo que ha conducido a la actual consideración de la cultura como un factor prescindible. Por eso hay que intentarlo con toda la fuerza restante.